Mi benefactor, el joven ecologista a quien debo el conservar todas mis ramas, solía sentarse recostado en mi tronco algunas tardes de otoño, época propicia para que la melancolía fluya a través del arte, que en su caso era de vena literaria. Desde mi altura observaba que, con frecuencia, sus escritos se enredaban en sus propias palabras y más de una vez no pude resistir la tentación de aconsejarle, casi siempre sin éxito. Así que opté por proponerle el siguiente juego:
“Mi querido jovencito le reto a que mejore algunas de las frases del texto original de una escritora conocida”.
Aunque me miró con desconfianza, aceptó.
¿Aceptas tú jugar con nosotros?
Frase 1: “Le arrebaté la foto y saqué de mi mochila un viejo ejemplar de la revista Southwest Art donde aparecían cuadros de Barbara. La abrí por Fall in the Canyon.”
Frase 2:“Tenía que tener la voluntad de pintar cuadros realmente malos.”
Frase 3:”Y se me ocurrió la idea de lo que es artístico a partir de las portadas del New Yorker y de las caricaturas de su interior.”
(Las modificaciones que propusieron las editoras a dicha autora las puedes encontrar en nuestra página “Párrafos, frases y otros enseres”).